Con la
levadura que se utiliza desde hace más de dos mil años para hacer pan y
cerveza, la investigadora Xochitl Pérez Martínez, del Instituto de Fisiología
Celular de la UNAM, ha desarrollado un modelo de laboratorio para estudiar la
respiración de las células, un mecanismo fundamental para la supervivencia de
todos los organismos vivos.
En su
conferencia Lo que sabemos de la respiración celular utilizando la levadura
de pan como modelo, que formó parte del ciclo La ciencia fuera
del aula, en el auditorio A de la Facultad de Química, la especialista
explicó que eligió al hongo Saccharomyces cerevisiaeporque es capaz
de seguir dos rutas para sobrevivir: la fermentación de hidratos de carbono,
proceso que no requiere oxígeno y genera etanol y dióxido de carbono, y la
respiración, que necesita oxígeno exterior y cuya función principal es sacar
del organismo CO2 y vapor de agua.
La
respiración es un mecanismo indispensable para la vida de los organismos
aeróbicos, es decir, los que dependen del oxígeno para existir, explicó.
Según los
ecosistemas donde habitan, las diferentes especies de microorganismos, plantas
y animales han evolucionado con diferentes sistemas de intercambio de gases con
el exterior: los anfibios respiran a través de la piel, los insectos lo hacen
por la tráquea; los peces respiran con las branquias, y los mamíferos utilizan
los pulmones.
Células
con respiración propia
La
respiración celular, expuso la investigadora del Departamento de Bioquímica del
IFC, es un grupo de reacciones químicas que ocurre en casi todas las células,
que obtienen energía a partir de un proceso, llamado glucólisis, que oxida o
fermenta la glucosa para aprovecharla como nutriente.
Este
fenómeno metabólico produce ácido pirúvico, que se descompone en CO2 y
agua, y genera 38 moléculas de un nucléotido, el ATP, fundamental para obtener
energía celular.
Las
células tienen una respiración propia que se desarrolla de forma importante en
la mitocondria, organelo que funciona como una “central energética” que
metaboliza el ATP, añadió Pérez Martínez.
Entre las
ventajas de realizar un modelo científico con levadura, la doctora en Química
destacó que es un hongo fácil de crecer y conservar en el laboratorio, del que
se conoce la secuencia de su genoma nuclear y mitocondrial, se puede manipular
su ADN y ofrece a los científicos herramientas de genética y bioquímica
amigables.
Actualmente,
la especialista se enfoca al papel del material genético (ADN) de la
mitocondria en la respiración celular. “También se estudia la fosforilación
oxidativa, una cadena de transporte de electrones que ocurre en las membranas
celulares, que produce una reacción química en la que el oxígeno se reduce a
agua. Es interesante, especialmente porque cuando hay mutaciones genéticas en
este proceso, el organismo no respira”, concluyó.
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